En Japón, muchas personas siguen la llamada Guía Alimentaria de la Peonza, y un estudio reciente indica que éste podría ser el secreto para vivir una vida más larga y saludable.
El estudio, publicado a finales del mes pasado en BMJ, reveló que las personas que siguen las pautas dietéticas japonesas tienen un 15 % menos de probabilidades de morir en un período de 15 años que quienes no las siguen. Además, quienes las siguen tienen un 22 % menos de probabilidades de morir de un derrame cerebral en ese mismo período de 15 años.
Puede que haya algo de cierto en esto. Después de todo, la gente en Japón tiende a vivir más que en muchas otras partes del mundo. Las mujeres tienen una esperanza de vida promedio de 87 años, la más alta del mundo.
La dieta japonesa se compone de grandes cantidades de productos de soja y pescado, y es relativamente baja en grasas. ¿Qué es la Guía Alimentaria de la Peonza que siguen? En 2005, el gobierno japonés diseñó esta guía, que divide los alimentos en cinco categorías diferentes: verduras, cereales, pescado y carne, frutas y leche. Las directrices también permiten el consumo de alcohol, té, dulces y agua.
El estudio consistió en 36.600 hombres y 43.000 mujeres de entre 40 y 75 años de diferentes partes de Japón. Los participantes completaron cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios y salud y luego se reunieron con investigadores cada cinco y diez años para realizar evaluaciones. Fue durante este estudio que los investigadores descubrieron una relación entre seguir las directrices japonesas y una menor tasa de mortalidad.
Por supuesto, este estudio no es la decisión definitiva sobre si se debe o no adoptar la dieta japonesa, aunque sí demuestra que comer de esta manera tiene beneficios. En otras palabras, un alto consumo de verduras y frutas, junto con una ingesta adecuada de carne y pescado, puede ayudar a vivir una vida más larga y saludable. Cabe mencionar, sin embargo, que la relación entre seguir las pautas dietéticas japonesas pareció beneficiar a los participantes con peso normal y no a los obesos.
Tenga en cuenta que si está pensando en cambiar su dieta por cualquier motivo, es una buena idea hablar primero con su médico para asegurarse de que sea seguro para su situación particular.