La mayoría de las personas han oído hablar de los beneficios para la salud que una dieta vegetariana le proporcionará, pero ¿sabía que estas dietas sólo son buenas para usted si se planifican cuidadosamente?
Según varios estudios, las personas vegetarianas llevan una vida más saludable que quienes consumen carne. Quienes siguen una dieta basada en carne (es decir, con un alto consumo de carne roja) suelen tener un mayor riesgo de cáncer colorrectal, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Los vegetarianos suelen tener una menor incidencia de estas enfermedades.
Sin embargo, simplemente cambiar de una dieta que incluye carne a una vegetariana puede tener un efecto negativo en la salud si no se hace de forma inteligente. Una dieta vegetariana puede ser muy beneficiosa si se planifica con cuidado e incluye nutrientes esenciales.
¿Cuál es la mejor manera de hacer el cambio? En primer lugar, el hecho de evitar los alimentos de origen animal no significa que tu salud vaya a beneficiarse. Considera tu contenido de carbohidratos. ¿Consumes muchos carbohidratos refinados a lo largo del día? Aunque consumas muchas frutas y verduras frescas, no puedes ignorar que comer muchos carbohidratos refinados y azúcares no es bueno para ti.
A continuación, debes analizar los tipos de grasas que consumes. Incluso algunas grasas y aceites vegetales contienen grasas trans y pueden elevar tus niveles de colesterol. Presta atención a las grasas que consumes para asegurarte de elegir las opciones más saludables. Lo mismo ocurre con la cantidad de azúcar y sal que ingieres.
En general, las dietas vegetarianas son bajas en ciertos tipos de proteínas conocidas como proteínas de primera clase. Estas suelen provenir de animales y aportan todos los aminoácidos esenciales, incluso aquellos que nuestro cuerpo no puede producir, además de ácidos grasos omega-3 y vitamina B12. Si está adoptando una dieta vegetariana, también debe asegurarse de obtener suficiente proteína consumiendo ciertos tipos de legumbres y frutos secos o complementando su dieta con vitaminas.
Para muchas personas, una dieta rica en frutas y verduras frescas también incluye pescado y huevos, que son excelentes fuentes de proteínas esenciales y ácidos grasos omega-3. Comer pollo magro y carne roja de vez en cuando también puede formar parte de una dieta saludable.
Tenga en cuenta que no es necesario ser completamente vegetariano o vegano para disfrutar de los beneficios de estas dietas. Simplemente hay que tomar decisiones saludables.