Si has estado luchando por mantenerte en forma, ya sabes que no existen atajos para perder peso.
Si desea perder peso, necesita tomar una serie de decisiones inteligentes en su estilo de vida respecto a lo que come y cómo hace ejercicio.
A la hora de bajar de peso, tu dieta juega un papel fundamental. Debes centrarte en alimentos como frutas y verduras frescas, cereales integrales y carnes magras, evitando los alimentos procesados y las grasas saturadas. Sin embargo, no se trata solo de qué comes y cuándo; tu programa de ejercicios también es clave para perder peso.
Para perder peso haciendo ejercicio, necesitas asegurarte de que tu rutina sea lo suficientemente exigente. Esto no significa que tengas que esforzarte al máximo todos los días en el gimnasio, pero sí debes pensar bien en los ejercicios que haces.
Los expertos recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana. Si lo piensas, no es una cantidad excesiva; son solo 30 minutos cinco veces por semana. El ejercicio moderado equivale a caminar.
Lo importante que hay que recordar sobre esta recomendación de ejercicio es que está pensada para la salud general, no para bajar de peso. Si te limitas a la cantidad de ejercicio recomendada, probablemente no perderás mucho peso, sobre todo si llevas un tiempo entrenando.
¿Qué significa esto? Si quieres bajar de peso, deberías ir un poco más allá de lo que recomiendan los expertos. Aumenta un poco la intensidad y verás cómo cambia tu cintura. ¡Anímate a sudar!
Para bajar de peso, muchos expertos recomiendan que un adulto haga al menos 300 minutos de ejercicio a la semana. Esto equivale aproximadamente a una hora de ejercicio cinco veces por semana. Además, deberías considerar aumentar la intensidad de tus sesiones de entrenamiento. Si quieres bajar de peso, deberías sudar un poco y sentirte sin aliento, pero no sin aliento, al hacer ejercicio.
No tengas miedo de aumentar el reto de tus entrenamientos; ¡incluso podría ser divertido! Sin embargo, asegúrate de no exigirte demasiado. Tus entrenamientos no deben ponerte al borde de una lesión o la fatiga, sino que deben acelerar tu ritmo cardíaco. Tu rutina de ejercicios debe ser realista tanto para tu condición física como para tus objetivos de pérdida de peso. Si estás considerando cambiar de rutina, siempre es mejor hablar con tu médico o entrenador personal.