Aunque la dieta podría considerarse extrema, mucha gente la sigue incondicionalmente. Pero ¿puede siquiera considerarse una dieta? En cierto sentido, una dieta de agua es simplemente otra expresión para describir el ayuno. Aunque los detalles de las distintas dietas de agua pueden variar, la idea básica es la misma: beberás agua durante unos días y no comerás demasiado.
Si quieres bajar de peso y no recuperarlo, no deberías depender de una dieta de agua. Unos días de ayuno no suelen hacer daño a una persona sana y probablemente perderás algunos kilos, pero no es la mejor manera de adelgazar. De hecho, básicamente te estás matando de hambre, y una vez que termines la supuesta dieta, podrías volver a tus hábitos alimenticios habituales y recuperar el peso que acabas de perder.
Seguir una dieta de agua también es arriesgado porque perderás nutrientes esenciales. Piénsalo: si solo consumes agua durante unos días, ¿qué nutrientes estás consumiendo realmente? Hacerlo te hará perder peso de agua, además de músculo, y esa no es una forma saludable de adelgazar.
Aunque no se recomienda seguir una dieta de agua para bajar de peso, puedes aprovechar el agua si intentas bajar unos kilos. Muchas personas descubren que beber agua fría, también conocida como dieta de agua fría, ayuda a perder peso. Esto se debe a que el cuerpo quema calorías adicionales al calentar el agua fría una vez que llega al estómago. Además, beber mucha agua puede ayudarte a sentirte saciado por más tiempo, lo que inevitablemente ayuda a combatir los antojos de media tarde.
En resumen, siempre debes beber mucha agua porque tu cuerpo la necesita. Beber agua fría con regularidad puede ayudarte a perder peso, pero recurrir a una dieta de agua (o ayuno) no es una forma segura ni efectiva de adelgazar. En cambio, centrarte en hacer mucho ejercicio y elegir alimentos saludables te ayudará en todos tus esfuerzos por perder peso.
